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miércoles, 14 de mayo de 2008

Los caminos del nuevo, nuevo, cine argentino

En el sitio Otro Cines, el crítico argentino Quintín le escribe una carta a Hans Hurch, el director del Festival de Viena, con la intención de recomendarle algunas películas argentinas vistas en el BAFICI del mes pasado para llevarlas a la Viennale de octubre próximo. Luego de hacer una rápida revisión del estado de las cosas del Cine Argentino actual, en un año que ya se anuncia por los entusiastas como “el más importante en varias décadas”, Quintín se detiene en cinco filmes que él considera “rompen el molde preestablecido y uniforme del cine de festivales”, películas hechas al margen de fondos internacionales o del dinero que el Estado argentino asigna a la producción cinematográfica local.

De las mencionadas, pude ver Cómo estar muerto / Como estar muerto, película pretenciosa y vacía, si las hay. Un cine que no transmite nada, y es que no tiene nada que decir. Juan Daniel la comentó en su momento: “Las influencias de la Nouvelle Vague son demasiado obvias, la película pierde su identidad propia entre Sin aliento, Shadows y Los 400 golpes. Preocupa el afán vanguardista plagiando a una “vanguardia” que ya fue hace cuatro décadas. ¿Y el blanco y negro? Facilismo estético e importante decisión injustificada”.

La otra película destacada es Historias extraordinarias que, como bien dice Quintín y pude comprobar durante la premiación del BAFICI, fue la vedette del festival, aunque al parecer este entusiasmo se limitaría a los propios argentinos, que suelen mirarse el ombligo con cierta frecuencia. No vimos la película durante el BAFICI, pero esperamos verla, con sus cuatro horas, intermedio más, en el Festival de Lima en agosto. Mariano Llinás, el director de la película, fue productor de El amor (primera parte), cinta que presentamos hace unas semanas en nuestra ciudad.

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